Acabo de disfrutar muchísimo leyendo este libro, Los mitos de la felicidad de Sonja Lyubomirsky, conocida ya en este blog. No puedo decir otra cosa, es un libro excelente que sorprende por la autoridad con la que habla y lo claro y acertado de sus planteamientos, sobre todo viniendo de una psicóloga relativamente joven. Actualmente es profesora de psicología en la Universidad de California. Se graduó summa cum laude por la Universidad de Harvard en 1989 y se doctoró en psicología social y de la personalidad en la Universidad de Stanford en 1994. Ahora está considerada como una de las grandes expertas en felicidad en el mundo. Recuerdo que ya tuvo mucho éxito con su anterior libro La ciencia de la felicidad.
Lyubomirsky no sólo es de las personas que más saben en el mundo sobre felicidad sino que también es de las mejores en transmitir y divulgar lo que sabe. Como señala al principio, la mayoría de los humanos aceptamos lo que denomina mitos de la felicidad; esto es, la creencia de que ciertos logros en la vida (matrimonio, hijos, trabajo, riqueza) nos harán felices para siempre, y que ciertos fracasos (salud, falta de pareja estable, poco dinero) nos harán eternamente infelices.
Esta concepción maniquea de la felicidad se mantiene vigente a pesar de que, según ella, hay pruebas evidentes de que nuestro bienestar no funciona de acuerdo con estos principios. Se ha demostrado que encontrarle sentido a los desafíos de la vida ayuda a definir nuestras identidades y afianza nuestro optimismo sobre el futuro. Además, asegura, la experiencia de las emociones negativas durante los momentos de crisis, cuando no son crónicas o graves puntualiza, puede ser muy valiosa porque nos enseña a estar atentos a las amenazas y problemas y a saber reaccionar. Es decir, nos enseña a mirar más allá de las expectativas que acompañan a los mitos de la felicidad, que en algunas ocasiones puede resultar hasta doloroso, pero nos ayuda a crecer. Según la forma en que reaccionemos en momentos clave dependerá el desarrollo de sus consecuencias, es en esos momentos cuando estamos escogiendo el futuro.
Su manera didáctica de desarrollar los temas no quita nada a su rigor científico, no solo por sus más de veinte años de investigaciones que en todo momento referencia, sino porque en cada caso llega a convencer con otras aportaciones, ejemplos y argumentos irrefutables sobre aquello que más nos hace felices, cuando lo logramos, y sobre las adversidades que nos obligan a evolucionar, a ser creativos y afianzar nuestra personalidad.
A priori resulta casi imposible saber qué acontecimientos van a afectar en nuestras vidas y en qué sentido. Hay veces que un hecho positivo (ganar la lotería, conseguir un ascenso, tener un hijo...) provoca una crisis o una decepción y, en cambio, una desgracia o un desengaño (perder el trabajo, a la pareja...) puede desembocar en algo positivo. De hecho, hay investigaciones que apuntan a que las personas que ya han experimentado alguna adversidad son capaces de ser más felices que otras que todavía no han afrontado algún desafío importante.
En cualquier caso, Sonja Lyubomirsky habla de que la clave puede estar en desarrollar lo que llama "la mente predispuesta", capaz de tener la suficiente flexibilidad, creatividad, perseverancia y originalidad como para descubrir toda clase de caminos alternativos hacia una vida enriquecedora, placentera y significativa.
Dicho esto, recomiendo mucho su lectura y relectura, pero aquí no acaba la cosa, hay varios temas que me apetece mucho desarrollar en otro u otros post. Por ejemplo, lo que llama "la caída ultradiana", su recomendación de que "vivir experiencias es más positivo que acumular cosas" y, finalmente, su apuesta por lograr "una coherencia autobiográfica".
Volveré con Sonja!