Hay un pensamiento que me ronda la cabeza muchas veces y desde hace tiempo. Se trata de las posibles similitudes entre lo que sentimos durante el sueño y la muerte. En cierta manera cada vez que nos despertamos es como si hubiéramos nacido otra vez porque, salvo que recordemos alguno de los últimos sueños de la noche, el estado de consciencia durante la noche es el mismo que si estuviéramos muertos, no sé si más gente le dará vueltas a este tema. Pues bien, curiosamente el otro día leí un artículo de la revista americana TIME que formaba parte de una serie de reportajes sobre ciencia. El tema esta vez era sobre lo que significa ser humano y, más concretamente, sobre la consciencia. Me recordó mucho el pensamiento del que antes hablaba.
Mientras que otros temas científicos pueden ser medidos y objetivados, en el caso de la consciencia estamos hablando de algo muy subjetivo. Un ser consciente sabe que él es consciente pero no puede saber que cualquier otro es un ser consciente. Incluso, como se cita en el artículo, otros individuos aparentemente conscientes podrían ser "zombis" programados para comportarse como si fueran conscientes, sin serlo realmente. Y es más complicado conocer la consciencia cuando hablamos de especies más o menos cercanas a nosotros, como un chimpancé.
El tema es que la consciencia no es sólo una propiedad de un cerebro complejo y activo porque puede desaparecer por momentos. De hecho la tercera parte de nuestro tiempo estamos soñando y no somos conscientes de estar conscientes. Pregunto entonces ¿en qué se parece ese estado a la muerte? es algo que, repito, le doy muchas vueltas y este artículo me lo ha recordado.
Se sabe científicamente (mediante el registro de la actividad eléctrica del cerebro) que en estos periodos el cerebro está igual o más ocupado que cuando está despierto. Eso demuestra que la consciencia es un fenómeno específico y no un efecto asociado a tener el cerebro activo. Es más, esto sugiere a los investigadores que debe tener un propósito biológico.
De la lectura del artículo lo único que se llega a tener en claro es lo poco que conocemos sobre el cerebro de los humanos y especialmente sobre este tema. En el artículo se van describiendo algunos ejemplos de experimentos que se están haciendo en la búsqueda de una explicación científica de la consciencia, tanto en humanos como en animales.
Como se señala en el artículo, todo empieza con el fenómeno conocido como "visión ciega" (Blindsight), que es la ceguera que se produce por algún daño en la corteza del cerebro y no por daño en los ojos o en los nervios ópticos. Estas personas no tienen conciencia de ser capaces de ver pero si son capaces de señalar, e incluso agarrar objetos dentro de su campo visual. Es un ejemplo de cómo el daño cerebral puede anular la experiencia consciente de un fenómeno (la visión) sin eliminar el fenómeno en sí. En el caso de la consciencia, se sabe que sigue plenamente activa en ausencia de partes importantes del cerebro.
En la búsqueda de algo que justifique la consciencia está poniéndose la atención en el claustrum (un conjunto de láminas delgadas de células nerviosas bajo la corteza cerebral) por sus extensas conexiones con otras partes del cerebro. Otras teorías piensan en las ondas gamma actuando como el reloj de un ordenador coordinando las actividades de las distintas partes del cerebro. También se estudian otros animales utilizando la prueba del espejo para ver si se reconocen como ellos mismo. Por ejemplo con los chimpancés llegan a aprender pronto que la imagen en el espejo es un reflejo de sí mismos, o sea tiene consciencia de ellos mismos.
En fin, es un tema apasionante y a la vez complejo que tardaremos años en comprender, pero lo de la muerte...eso lo tenemos muy claro.