20 sept 2012

Platón y la memoria

De vez en cuando me gusta repasar los clásicos griegos, aunque solo sea para alternar con otro tipo de lecturas. Este verano he estado releyendo algunos textos en los que me he encontrado con dos referencias a la memoria que me gustaría compartir aquí (No es la primera vez que aparece aquí algo sobre la memoria, ver post). Me estoy refiriendo a la representación que se tenía de la memoria en la antigua Grecia y, muy relacionado con ello, a algunos comentarios que Platón pone en boca de Sócrates en su diálogo Teeteto.

Es sabido que en la mitología de Grecia la memoria estaba representada por la diosa Mnemósine, hija de Urano y Gea. Así lo recoge Hesíodo en la Teogonía y añade que después de pasar Zeus nueve noches seguidas con Mnemósine nacieron en parto múltiple las nueve Musas. El culto a las Musas estaba muy arraigado entre los poetas y filósofos de Grecia por su papel de transmisoras de los poderes de Mnemósine.

Las Musas serían las guardianas y transmisoras del saber inmemorial y auténtico de su madre olímpica. Mientras Mnemósine permanecía en el palacio de Zeus sus hijas eran viajeras e iban cantando y bailando sus conocimientos en el mundo de los hombres.

Hesíodo recoge la tradición para ordenar en número y asignar poderes a las Musas. Estas eran las nueve:

  • Clío (la que da gloria); musa de la Historia.
  • Euterpe (la muy placentera); musa de la música.
  • Talía (la festiva); musa de la comedia y de la poesía bucólica.
  • Melpómene (la melodiosa); musa de la tragedia.
  • Terpsícore (la que deleita en la danza); musa de la danza y poesía coral.
  • Erato (la amable); musa de la poesía lírica-amorosa.
  • Polimnia (la de muchos himnos); musa de los cantos sagrados y la poesía sacra.
  • Urania (la celestial); musa de la astronomía, poesía didáctica y las ciencias exactas.
  • Calíope (la de bella voz); musa de la elocuencia y poesía épica.

Razonando sobre el papel de la memoria, Platón, en el Teeteto, describe a Sócrates disertando sobre si el saber es percepción y describe mediante una metáfora que "hay en nuestras almas una tablilla de cera, la cual es mayor en unas personas y menor en otras, y cuya cera es más pura en unos casos y más impura en otros, de la misma manera que es mas dura unas veces y más blanda otras, pero en algunos individuos tiene la consistencia adecuada".

Y asigna a Mnemósine el don por el cual si queremos recordar algo que hayamos visto u oído, o que hayamos pensado nosotros mismos, aplicando a esta cera las percepciones y pensamientos, los grabamos en ella, como si imprimiéramos el sello de un anillo. De esta forma, lo que se haya grabado lo recordamos y lo sabemos en tanto que permanezca su imagen y mientras que lo que se borre o no haya llegado a grabarse lo olvidamos y por lo tanto no lo sabemos.

Y continúa "cuando la cera es profunda, abundante y lisa y tiene la adecuada contextura lo que se graba lo hace de forma nítida y con suficiente profundidad como para ser duraderas, este tipo de personas tienen facilidad de aprender, tienen buena memoria y sus opiniones son verdaderas".

En cambio, lo que Sócrates describe como de "corazón velludo", concluye que "hay casos en los que la cera es sucia e impura y en otras ocasiones es blanda o dura en exceso, en el primer caso se aprende bien pero son olvidadizas y en el otro caso ocurre lo contrario. También cuando hay poco espacio se graban unas encima de otras haciéndose rápidamente confusas".

Siempre seguiré admirando y releyendo los Diálogos, nunca te defraudan y siempre te sorprenden. Cuando leí estas cosas tenía claro que tenía que incluirlas aquí, espero que sea de utilidad para alguien.

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