El otro día apareció una pequeña noticia en EL PAIS con el título de "El dinero sí da la felicidad" en la que se hacía referencia a un estudio de un tal Michael I. Norton, profesor de la Harvard Business School. El estudio consistió en la entrega de una cantidad de dinero en efectivo a dos grupos, el primero para su propio beneficio y el segundo, con una cantidad menor de dinero, para gastarlo con los demás. La conclusión fue que los segundos aseguraban que se sentían más felices mientras que los que gastaron el dinero en ellos mismos no manifestaban cambios apreciables. Me resultó interesante y he investigado algo sobre el estudio.
El mencionado estudio fue una iniciativa conjunta del Harvard Business School (HBS) y la Universidad British Columbia (UBC). Según las investigaciones de la profesora de la UBC Elizabeth Dunn, la gente era más feliz si gastaba el dinero en temas sociales o en regalos para otras personas. Para ello, junto con una estudiante de doctorado, Lara Atkin, y el profesor asistente en la escuela de negocios de Harvard, Michael I. Norton realizaron una investigación entre 630 estadounidenses, un 55% de ellas mujeres.
En el estudio preguntaron a los encuestados sobre su grado de felicidad y recabaron información sobre sus ingresos y sobre sus gastos y el dinero dedicado a regalos y donativos. La primera conclusión fue que los que se lo gastaban en otros eran más felices que los que lo gastaban en sí mismos, independientemente de la cantidad de ingresos.
Otro experimento realizado fue entregar a los participantes cheques de 5 y 20 dólares para que los gastaran en el día, pero antes de las cinco de la tarde. Igualmente, a la mitad se les dijo que lo gastaran en sí mismos mientras que al resto se le pidió que lo gastaran en otras personas. Según las conclusiones, quienes dedicaron su dinero en otros se mostraron más contentos.
El experimento se ha hecho también con estudiantes de Canadá y más tarde en Uganda para evaluar entornos socio-económicos diferentes. El resultado fue el mismo en los dos, se sintieron más felices lo que dispusieron del dinero para comprar algo a los demás. Asimismo, se hizo un juego parecido con dos grupos de vendedores dentro de una misma empresa. Nuevamente, los que dedicaron el dinero para los demás se sentían mejor y después vendieron más.
De todo ello van a publicar un libro el año que viene con el título "Happy Money: The Science of Smarter Spending". En esta dirección se puede seguir el hilo del tema: http://www.hbs.edu/faculty/Pages/profile.aspx?facId=326229.
Este estudio no es el único de este estilo pues me he encontrado alguno más. Entre ellos me ha llamado la atención uno en el que se intentó averiguar cuál es la cantidad de dinero necesaria para ser feliz. Lo estudiaron entre el IESE (Manuel Baucells) y la Anderson School of Management de UCLA (Rakesh K. Sarin). La principal conclusión del estudio fue que por debajo de los 15.000 dólares es difícil ser feliz y que a partir de esta cantidad más dinero no da mayor felicidad. Lo que también fue considerado como muy importante es que lo que hace feliz no es la obtención de dinero sino que el cambio en la disponibilidad del dinero se produzca de forma progresiva, no abrupta.
Finalmente, en un próximo post hablaré de un estudio realizado sobre la forma en que tratamos el dinero dependiendo de los beneficios que les pueda reportar a los demás. Le han realizado dos investigadores: Nichola Raihani del University College de Londres y Katherine McAuliffe de la Universidad de Harvard.
Motívate, sé positivo, busca tu felicidad y disfruta. Tú eres lo importante, el resto se verá favorecido por ti. El secreto de la felicidad no está en tener o hacer sino en ser, y no hay mejor forma de ser que decidir por uno mismo y estar con quien se desea.
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