Siguiendo con la Teoría de la motivación, afrontamos el tercer post sobre el conductismo (Ver Conductismo 1 y Conductismo 2 ) hablando del concepto de learning approach que se utiliza para describir la habilidad de los individuos para aprender nuevas motivaciones.
Estas teorías defienden que la nueva motivación se puede adquirir como resultado de tres técnicas de aprendizaje: el aprendizaje clásico, el aprendizaje instrumental y el aprendizaje observacional.
En el aprendizaje clásico, también conocido como Pavloviano, un estímulo provoca una respuesta porque se asocia con otro estímulo que ya causó en otro momento esa respuesta. Tales situaciones aprendidas pueden llevar a cambios en el comportamiento motivado. Como se sabe, Pavlov es conocido sobre todo por su ley del reflejo condicional que formuló gracias al famoso experimento de hacer sonar un metrónomo, un poco antes de dar la comida a un perro, y observando que el perro llegó a salivar cuando oía el sonido del metrónomo, que ya había escuchado con anterioridad.
Más tarde, en los años 1920 los psicólogos americanos John B. Watson y Rosalie Rayner demostraron el desarrollo de una respuesta emocional en un muchacho joven usando técnicas de condicionamiento clásicas utilizadas anteriormente en las ratas. Descubrieron que las respuestas humanas podían explicarse como resultado de la asociación accidental de eventos. Por ello, se propuso que algunos miedos, fobias o incluso algunos problemas con la comida podrían ser el resultado del condicionamiento clásico.
El segundo tipo de técnica de aprendizaje es el aprendizaje instrumental o también llamado condicionado operacional. En este tipo de motivación condicional una respuesta es seguida por alguna consecuencia que cambia la probabilidad futura de esa respuesta. Por ejemplo, si tras una conducta agresiva se consigue algún objetivo buscado, es muy probable que la motivación para comportarse de esa manera agresiva aumente en el futuro cuando se quiera obtener resultados parecidos. Al contrario, existen menos probabilidades de repetir las acciones que conlleven consecuencias negativas o no esperadas. Tiene que ver, por tanto, con nuevas conductas en función de sus resultados pero no con la asociación entre los estímulos y las conductas como ocurría en el condicionamiento clásico.
Además, a través de un proceso llamado refuerzo condicionado, algunos estímulos neutros asociados con un refuerzo, como los comentados antes, pueden volverse reforzadores a su vez. Estos estímulos pueden entonces utilizarse para motivar el comportamiento. Quizás el ejemplo más común de un refuerzo condicionado sea el papel que juega el dinero para motivar. El primero en hablar de condicionamiento instrumental fue el psicólogo Edward Thorndike que estableció lo que denominó la Ley del efecto.
En el tercer tipo de técnica de aprendizaje, el aprendizaje observacional, establece que un nuevo comportamiento se aprende simplemente observando el comportamiento de un semejante. Por ello, se llama también aprendizaje de imitación. En definitiva, este aprendizaje es la habilidad de aprender de los éxitos o errores de los otros seres. Un referente en este apartado puede ser Albert Bandura, un psicólogo ucraniano-canadiense, reconocido por su trabajo sobre la teoría del aprendizaje social.
Continuará.
Motívate, sé positivo, busca tu felicidad y disfruta. Tú eres lo importante, el resto se verá favorecido por ti. El secreto de la felicidad no está en tener o hacer sino en ser, y no hay mejor forma de ser que decidir por uno mismo y estar con quien se desea.
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