El otro día recolocando algunos libros me encontré con Ser y conducta del hombre de Pedro Laín Entralgo. Lo tenía a medio leer hace tiempo y decidí terminarlo. Me reafirmo en lo que pensé anteriormente, que fue la causa del parón en la lectura, y es que es un libro complejo, algo espeso. Pero el resultado al final merece la pena porque ofrece ideas originales, con las que no necesariamente se tiene que estar de acuerdo, ni mucho menos. Me gustaría compartirlo aquí.
Hay que recordar que Laín Entralgo era un hombre tremendamente culto que dominaba muchas disciplinas. Entre ellas la medicina, la antropología, la historia y la filosofía. Entre otros reconocimientos, fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 1989. También hay que recordar, porque explica muchas de las cosas que aparecen en el libro, que era un hombre de profundas creencias religiosas, cristianas, y que no solo creía en Dios sino que se comunicó con Cristo, según confiesa él.
Dentro de los numerosos campos en los que trabajó y escribió, lo que él denomina la preocupación por la realidad y la actividad del ser humano ha sido un tema transversal que hace unos años trató de aglutinar en este libro, publicado en 1996. En él se incluyen fragmentos de obras suyas anteriores que resumen sus ideas sobre temas muy diversos pero relacionados con el ser humano y su conducta.
Sería tarea imposible resumir aquí mínimamente todo el caudal filosófico que encierra el libro. Solo quiero destacar tres detalles relacionados con la amistad, nuestro conocimiento de la realidad y su idea biográfica del hombre, lo que él llamaba la empresa de ser hombre.
Sobre las relaciones de amistad se extiende bastante en su idea de que siempre se produce una revelación, porque existir es coexistir. Cuando tratamos con personas su conocimiento pasa por dos fases: "nuestra certeza de su realidad y la certeza mutua de nuestra mutua y coejecutada convivencia...esta segunda hay para una y otra existencia la revelación de un común destino que les religa respetando sus destinos singulares". Ya lo avisa, él no sería amigo de cualquier persona presuntuosa porque "amigos, verdaderos amigos, solo pueden serlo los hombres cuando de un modo o de otro tienen conciencia de su personal indigencia".
Sobre la realidad insiste en varias ocasiones que no existen verdades objetivamente válidas salvo lo que es la mera constatación de los hechos "porque todo lo que el hombre piensa y estima está básicamente condicionado por la situación histórica en que se pensó y se estimó". Y no sólo eso, cree que las cuestiones sobre las que cabe tener un conocimiento cierto no podrán ser más que cuestiones penúltimas. Sobre las cuestiones últimas sólo será posible tener un conocimiento incierto, probable.
Finalmente, diferencia en la biografía del hombre "sensible y reflexivo" tres etapas: "La primera juventud que descansa confiada sobre la incipiente y todavía no contrariada ilusión de su esperanza espontanea. Cuando la juventud va haciéndose madurez, el rápido descubrimiento de la inanidad de la esperanza y por tanto, de la imposibilidad de ser feliz, hacer nacer en el alma la desesperación violenta y ardorosa de la cual extrañamente es posible gozar. La madurez en fin va convirtiendo esta desesperación furiosa en desesperación resignada y el hombre se hace capaz de sentir con simpatía las esperanzas de los demás, desconoce la envidia, vive más fácilmente la amistad y, sabiendo arriesgar abnegadamente su vida, si llega el caso, logra superar definitivamente la tosca tentación del suicido".
Como he dicho, libro espeso en el que se pueden encontrar frases alambicadas y barrocas con constantes referencias a sus dos referentes Ortega y Zubiri, aparte de su mantra basado en su concepción cristiana de la esperanza en otra vida. Como ejemplo de este tipo de frases ahí van dos ejemplos:
"La esperanza genuina es el hábito psicológico en que de modo afirmativo se expresa tempóreamente la religación del hombre".
"Soy resultado de un acto creador y de una evolución filogenética y un desarrollo embriológico resultado de un devenir histórico y una situación social".