Siguiendo con la serie sobre la Teoría de la Motivación, en este tercer post sobre la motivación intrínseca hablamos de la teoría de la Evaluación Cognitiva (EC). La EC estudia qué aspectos pueden aumentar o disminuir la motivación intrínseca, en concreto se centra en los efectos de obtener alguna recompensa. Fue desarrollado por Edgard L. Deci y Richard M. Ryan (D&R ) en los años 80 del siglo pasado.
Para analizar cómo las recompensas afectan a la motivación intrínseca no solo estudiaron las condiciones en las que se da la recompensa, considerando los factores sociales y ambientales que pueden aumentar o disminuir la motivación intrínseca, sino también teniendo en cuenta la percepción y las experiencias pasadas de las personas que recibirán la recompensa.
Según la teoría EC, las recompensas afectan a la motivación intrínseca mediante dos procesos diferenciados: el componente cognitivo y el componente afectivo. El primero, el componente cognitivo, se manifiesta en el cambio en la percepción de la causalidad. Así, cuando la conducta está motivada internamente significa que la causa de lo que se hace está explicada por nuestra propia motivación interna. Por contra, cuando se recibe alguna recompensa extrínseca la causalidad se percibe externa porque la conducta solo se realiza si se considera que después se obtendrá una recompensa extrínseca. Cambia por tanto la perspectiva.
El segundo proceso, el componente afectivo, se manifiesta en un cambio en los sentimientos de competencia y autodeterminación. Es decir, las recompensas que hacen pensar que es el propio sujeto el que es el competente y quien determina su propia conducta. Si este es el caso, la recompensa aumenta la motivación intrínseca mientras que si la recompensa transmite lo contrario la motivación disminuirá.
Con posterioridad Deci y Ryan quisieron discriminar el efecto de los acontecimientos según favorecieran o no la toma de decisiones de forma libre o no, es decir con autodeterminación o sin ella. Así, diferenciaron los acontecimientos que denominaron como "informacionales", es decir aquellos que sí permiten ejercer la autodeterminación, y los acontecimientos que llamaron "controladores" porque no permiten esa autodeterminación, ya sea por la existencia de un castigo o de una recompensa.
Se establece así una relación entre la motivación intrínseca y la autodeterminación. Cuando un individuo se encuentra en una situación en la que puede ejercer la autodeterminación, esa persona se ve a sí misma responsable de sus actos porque es ella misma la que define su actuación. En la situación contraria, la falta de autodeterminación produce un descenso en su motivación intrínseca porque, a pesar de haber una posible recompensa, la percepción que tiene es que el comportamiento está determinado por los demás no por él mismo.
Las repercusiones de la TEC se extienden más allá en el tiempo y en los conceptos así que lo veremos en un siguiente post.
Motívate, sé positivo, busca tu felicidad y disfruta. Tú eres lo importante, el resto se verá favorecido por ti. El secreto de la felicidad no está en tener o hacer sino en ser, y no hay mejor forma de ser que decidir por uno mismo y estar con quien se desea.
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