Estamos inmersos en un período lleno de fiestas y excesos consumistas que, con demasiada frecuencia, nos hacen olvidar el importante efecto que tienen las relaciones personales y sociales en nuestro bienestar. Desde aquí animo a vivir estas fechas con intensidad y cercanía con nuestros semejantes, ellos lo agradecerán y nosotros lo disfrutaremos.
Todos tenemos el derecho y la obligación de aspirar a una vida mejor. Se trata de ser felices dentro de nuestras particulares coordenadas vitales pero sin olvidar, como tantas veces he manifestado aquí, que cualquier intento de forzar la busqueda de la felicidad puede llevarnos al fracaso, al desánimo y la desesperacion. Cada uno debe actuar según sus posibilidades pero siempre procurando disfrutar, compartir, y valorar las pequeñas cosas.
A nivel personal, estoy seguro que como la gran mayoria de nosotros, ha habido pros y contras pero sin duda el balance es muy positivo. Este año he vivido algunas experiencias inolvidables que me han supuesto una gran inyección de moral e insuflado unas tremendas ganas de vivir. Son dificilmente expresables en palabras pero fácilmente sentidas en el interior.
Motivandote seguirá adelante un año más, con más ilusión si cabe y, como siempre, con el convencimiento de que la vida es para vivirla y disfrutarla. Desde aquí seguiré aportando mi pequeño granito de arena para ayudar a que no pierdan las ganas de vivir aquellos que me honren con su lectura. Por supuesto, agradezco el apoyo recibido de los lectores y los comentarios, que son siempre bienvenidos.
Quiero terminar copiando aquí una definicion de la felicidad, que ya aparece en el inicio de este blog, fruto de una reflexión inspirada en una de esas experiencias de las que he hablado más arriba:
"El secreto de la felicidad no está en tener o hacer sino en ser, y no hay mejor forma de ser que decidir por uno mismo y estar con quien se desea".