20 sept 2019

Principales resultados del Sexto Congreso Mundial de Psicología Positiva

Este verano se celebró el sexto Congreso Mundial de Psicología Positiva, del que ya informe aquí (Ver post). Entre los artículos que he podido rastrear sobre los resultados de este congreso quiero destacar uno (Ver artículo) publicado en la web del Greater Good Science Center, siempre una referencia de calidad, en el que se hace una referencia a los temas tratados en este congreso, destacando tres de ellos según el criterio de la autora del artículo. Es por tanto una visión parcial pero muy interesante.

Después de comentar algunos de los contenidos de las ponencias presentadas en el sexto Congreso Mundial (por ejemplo: Cómo la amabilidad nos hace más felices; cómo las personas mayores pueden ayudar a otros; cómo dar sentido a nuestras vidas; cómo las diferencias culturales influyen en la búsqueda de la felicidad; cómo la tecnología o la soledad pueden ser obstáculos modernos a la felicidad; etc.), el artículo se centra en las vías emergentes sobre el bienestar que la psicología positiva está empezando a explorar y el gran potencial que podrían tener en el futuro, son estas tres:

1. La soledad positiva

Si bien muchos estudios concluyen que las relaciones sociales son una de las claves de la felicidad, en este congreso se presentó un estudio de los investigadores Martin Lynch, Sergey Ishanov y Dmitry Leontiev, de la National Research University Higher School of Economics de Rusia (https://positivelab.hse.ru/en/), sobre lo que llaman la soledad positiva o "productiva". La soledad productiva es algo que se busca deliberadamente, se trata de utilizar el tiempo de soledad para la contemplación, la reflexión o la creatividad.

Según los investigadores, las personas que experimentan una soledad positiva tienden a sentir emociones más positivas, en particular, las de baja energía como la relajación y la calma, además de una mayor sensación de placer y sentido vital. Las personas que disfrutan más de la soledad positiva suelen ser las que son más introvertidas o tienen mayor madurez emocional y psicológica.

2. Sentirse activo

Uno de los temas recurrentes para medir las emociones positivas es el sentimiento de sentirse activo. La investigadora Sarah Pressman, profesora de psicología de la Universidad de California, presentó en el congreso sus investigaciones sobre qué papel juega el sentimiento de actividad en nuestra salud y el bienestar. Según los análisis de Pressman, sentirse activo no se corresponde exactamente con la cantidad de actividad física que se realiza sino con lo enérgicos, vigorosos y vitales que nos sentimos.

Está hablando de un estado psicológico al que los investigadores deberían prestar más atención. Por ejemplo, señala Pressman, solo se ha estudiado la "energía relacional" en el trabajo, que sería la cualidad de aquellas personas que nos excitan y energizan mientras que otras nos dejan agotados y exhaustos en el trabajo. También se debería estudiar, según Pressman, si podemos ser más felices al procurar aumentar el ánimo a nuestro alrededor.

3. Mentalidad futura

Según el psicólogo social Roy F. Baumeister, profesor de psicología de la Universidad de Queensland, las personas felices y optimistas tienden a pensar más en el futuro que los menos optimistas. Aunque nuestras predicciones no siempre son precisas, el simple hecho de contemplar el futuro podría ser la clave del bienestar. Pensar en el futuro es útil personalmente y para nuestras relaciones. De hecho existen muchas terapias que ayudan a mejorar la forma de pensar sobre el futuro porque imaginar un futuro más negativo puede contribuir a la depresión, la ansiedad y otros trastornos. Una forma de mejorar nuestra mentalidad futura, sin terapia, es escribir un diario sobre las nuevas puertas que se nos podrían abrir en la vida.

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