19 dic 2013

La felicidad como derecho

Termino la serie de posts dedicados al número especial de la revista TIME "The Pursuit of Happiness". Además de un post general (ver post) he dedicado otros a las características de los americanos (ver post), a las consecuencias para la felicidad de estar distraído (ver post) y a la importancia del dinero en la felicidad (ver post). Este último se refiere a la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América.

En el artículo se relata cómo Thomas Jefferson redactó un informe para el Segundo Congreso Continental con lo que sería el germen de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, aprobada el 4 de julio de 1776. Tomó como modelo la Declaración de Derechos de Virginia, redactada ese mismo año por George Mason, en la que se incluía el derecho a buscar y obtener la felicidad y la seguridad. También hablaba de acceder a la propiedad privada entre los derechos naturales inherentes, algo que no sería recogido por Thomas Jefferson.

En la versión definitiva de la Declaración se incluían ya los derechos a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad. En ese momento estaban pensando no en buen humor o placer sino en buscar la felicidad pública considerada como la prueba y la justificación de cualquier gobierno, entendida también como la búsqueda de la excelencia individual que da forma a la vida de una comunidad más amplia. Hasta ese momento nunca se había concedido tal honor a la felicidad en un esquema de gobierno.

Si el significado de la felicidad en el siglo XVIII tenía una connotación de responsabilidad cívica, en otras épocas ha variado sensiblemente hacia una consideración más de gratificación personal que de bien público. En realidad, el espíritu reflejado en la Declaración estaba más cerca de la tradición griega, buscando un equilibrio entre la ecuanimidad y las endorfinas. Y según la revista TIME, por las razones genéticas que comenté en el primer post, los estadounidenses casi siempre han logrado encontrar ese equilibrio.

Finaliza el artículo con un reconocimiento a la capacidad de los estadounidenses para generar esperanza "en un mundo impregnado de miedo" y por seguir creyendo que los gobiernos se constituyen para que podamos vivir nuestras vidas como queramos, disfrutando de las libertades innatas y del derecho a buscar la felicidad, que en muchos sentidos era la máxima ambición de la Ilustración.

Esta es la parte de la Declaración en la que se incluye el derecho a buscar la felicidad:

We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty and the pursuit of Happiness. That to secure these rights, Governments are instituted among Men...

Consideramos como verdades evidentes por sí mismas, que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos...

En la revista aparecen algunas cosas más pero no las voy a comentar porque son suficientemente explicativas. Se trata en primer lugar de una encuesta que se realizó entre los americanos para saber qué es lo que los hace felices con el título Got Joy? Se incluye también un juego: The Game of Happiness. Es como un juego de la Oca en el que se representa el proceso de crecimiento del ser humano desde la infancia a la vejez.
 
Finalmente, en la quinta parte, The States of Happiness, se incluyen algunos datos sobre la felicidad de los ciudadanos de diferentes países, entre los que obviamente no está España.

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