A lo largo del libro, Rojas Marcos teoriza, de una forma muy accesible, sobre la capacidad de la memoria para modular, recordar u olvidar la información que almacena. Se ocupa también de las distorsiones, fallos e "inventos" de la memoria. Rojas Marcos cree que hay remedio para la mala memoria con métodos y medicamentos que retrasan el deterioro, porque la memoria se altera con frecuencia a causa de enfermedades y debe controlarse de la misma forma que las constantes vitales. También analiza el reto del fin del olvido que supone la memoria artificial de Internet.
Rojas Marcos se planteó escribir este libro cuando observaba a su padre cargando a todas partes con una libretita donde apuntaba todo para no olvidar nada. Él se dio cuenta que con la edad su memoria se estaba haciendo perezosa y descuidada, pero también que su memoria se estaba haciendo más exigente, más selectiva y más capaz de distinguir lo trivial de lo importante. Decidió investigar este tema y escribir este buenísimo libro.
El libro tiene tres partes. Una primera introductoria en la que escribe sobre qué es la memoria y sobre los diferentes tipos de memoria, porque actualmente, recuerda, los expertos reconocen que existen diversas memorias especializadas en retener y evocar diferentes tipos de información.
La segunda parte está dedicada al funcionamiento de la memoria y su capacidad creativa, uno de los temas más interesantes del libro. La memoria desempeña un importante papel en la capacidad para aprender pero también no sólo para moldear e incluso reformar la información que conserva sino también para controlar el acceso a la información y las experiencias que custodia, de forma que puede reproducir y borrar selectivamente lo que almacena. En esta parte también habla de forma breve de la "memoria externa artificial imborrable" de Internet y las consecuencias sociales que puede suponer el fin del olvido para la convivencia humana.
La tercera parte está dedicada a los fallos de la memoria (las equivocaciones, los bloqueos, las censuras y los inventos) y las enfermedades y trastornos que la debilitan y destruyen. Es aquí donde habla de las medidas para proteger la memoria de los efectos nocivos de las sustancias tóxicas y de las dolencias que afectan al cerebro. Asimismo, escribe sobre las diferentes maneras de ejercitar nuestras facultades mentales, físicas y sociales con el fin de reforzar nuestra memoria y prevenir su deterioro prematuro y aprender estrategias mnemotécnicas que nos ayuden a retener y recordar información. También incluye información sobre los medicamentos, plantas medicinales o suplementos nutricionales que tienen efectos terapéuticos sobre las memorias desgastadas o que mejoran la concentración y el aprendizaje.
Termina el libro con los retos que plantea para el conocimiento de la memoria el estudio del cerebro (el libro es de 2011). Llama la atención sobre el impacto beneficioso de la cirugía del cerebro y de los avances en las tecnologías de visualización del cerebro vivo. Para Rojas Marcos, entender la naturaleza de la memoria humana constituye uno de los grandes retos de la ciencia en el siglo XXI.
Son muchas cosas las que se pueden resaltar de este estupendo libro, nada complejo de leer y ese es uno de sus grandes méritos. Me gustaría terminar con la copia de un párrafo sublime, que se refiere a esa cualidad creativa de la memoria que he comentado antes. En un siguiente post comentaré algunas cosas con más detalle (Ver "Eres tu memoria, toma 2" y "Eres tu memoria, toma3").
"Quizá la lección más fascinante sobre la memoria que he aprendido en la práctica de mi profesión es comprender que no se trata de un archivo perfecto, ni mucho menos un disco duro de ordenador donde conservamos los sucesos que consideramos importantes para reproducirlos después, tal y como antaño los vivimos. En realidad, la memoria es creativa y tiene el poder de renovar las cosas que guarda con el fin de adaptarlas o hacerlas coherentes con los cambios que experimentamos a lo largo de la vida.
Así, con el tiempo añadimos y sustraemos detalles de las experiencias pasadas que conservamos en la memoria, y cuanto más tiempo transcurre, más las transformamos. La memoria, pues, reconstruye nuestra historia con los recuerdos del ayer, pero antes los modela y los enmarca en el contexto de nuestras creencias y puntos de vista de hoy".