La primera impresión al empezar a leer este libro, Las 3 claves de la felicidad de Mª Jesús Álava Reyes, ha sido de recelo. Da la impresión de ser un poco superficial y lleno de recetas que rozan los consabidos consejos de autoayuda. A pesar del buen nombre de la autora, y su trayectoria profesional, el aspecto del libro no me gusta. Está lleno de frases magistrales enmarcadas, letra grande, muchos casos prácticos que, reales o ficticios, parecen demasiado evidentes en sus síntomas y en sus finales, además de demasiado extensos.
Sin embargo, al final la sensación mejora bastante y lo cierto es que se pueden extraer enseñanzas valiosas. Básicamente, son tres sencillas claves las que plantea y dan nombre al libro: "Perdónate bien" (Perdonarnos el pasado), "Quiérete mejor (Asumir nuestro presente) y "Coge las riendas de tu vida" (Ser nuestros mejores amigos, querernos bien y perdonarnos mejor).
Como afirma en un buen capítulo de Conclusiones y reflexiones finales: "o aprendemos a perdonarnos y querernos o nuestra vida no nos pertenecerá". En ese mismo capítulo nos anima a que "aceptemos nuestros errores, aprendamos de ellos y asumamos nuestras limitaciones". Muy bien!!!
Lo primero que recomienda en que tratemos de aprender a perdonarnos, porque nos proporciona el equilibrio que tanto necesitamos en la vida y nos hace más seguros. Aprender a perdonarnos es aprender a vivir y mejora nuestra autoestima porque, afirma, "la vida sin perdón es el fracaso del ser humano". Pero, advierte, el perdón autentico es interno, personal e intransferible. Por mucho que nos perdonen los demás, hasta que no nos perdonemos nosotros mismos su perdón no nos servirá.
También cree que el perdón a los demás nos liberará de la tensión y el desgaste que provoca el resentimiento. Recuerda que una de las emociones que más debilitan y hacen más daño es la envidia, una reacción muy extendida que genera una insatisfacción permanente en quien la siente. Paradójicamente, añade, las personas de carácter positivo y alegre pueden suscitar rivalidades, celos y sentimientos de hostilidad.
Para la autora los perdones más difíciles son aquellos que se necesitan cuando sentimos que hemos fallado a las personas que más nos han querido; cuando nos hemos sentido inseguros o incapaces de responder a las expectativas de los demás; cuando nos hemos dejado engañar y creíamos que habíamos perdido nuestra dignidad; y, finalmente, cuando pensamos que no lo habíamos hecho bien con nuestros hijos.
Estoy muy de acuerdo cuando dice que somos los autores de nuestra felicidad pero también los protagonistas de nuestras insatisfacciones (Sobre esto recomiendo alguno de los post que he dedicado aquí a Sartre), porque los demás no pueden cubrir lo que nos falta y somos nosotros los que mejor podemos vencer nuestros miedos. Es por ello que anima a que procuremos ser nuestros mejores amigos. Cuando superamos la inseguridad y aprendemos a querernos será cuando empezaremos a ser dueños de nuestra vida. A partir de ese momento dejarán de condicionarnos las opiniones y las valoraciones de los demás.
Algunas veces hemos hablado aquí de la banalización del optimismo (por ejemplo hablando de Barbara Ehrenreich) y sobre eso apoya la idea de que los aparentes fracasos pueden encerrar grandes lecciones que, lejos de hundirnos, pueden ayudarnos a encontrar las mejores opciones. Además, al perdonarnos algo, si queremos aprender y no cometer los mismos fallos, conviene no olvidar lo que no debimos hacer.
Como ya he comentado, habla también en su libro de la inseguridad, que, según ella, provoca un sufrimiento constante y una dependencia casi permanente de la opinión y el juicio de los demás. Por contra, una persona segura es alguien que admite sus fallos, que intenta aprender de los mismos y que no se considera fracasada por haberse equivocado.
Finalmente, me ha gustado un término que utiliza en alguno de los casos prácticos que presenta, que como ya he comentado me parecen demasiado extensos. Se trata del concepto de "extinción", que consiste en retirar por completo nuestra atención cuando una persona manipuladora busca crear tensión y erigirse en protagonista. Es una forma de desmontar el ataque que me ha parecido muy interesante y seguro que practicaré.
Para los que compren el libro, recomendable, ofrece la página web http://www.las3clavesdelafelicidad.com/ con dos cuestionarios a los que se accede con códigos que aparecen en el libro, ánimo que pueden ayudarán a conocernos mejor.