29 nov 2018

Más allá́ de 2001: Odiseas de la inteligencia

Se presenta en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid una exposición complementaria a otra dedicada a los robots de la que hablé aquí hace poco (Ver post). El punto de partida e hilo conductor de la exposición es la película de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke, 2001: Una odisea del espacio. Este año se cumplen cincuenta años del estreno de la película y setenta desde que Arthur C. Clarke escribió El Centinela, cuento en el que basó la película. La exposición estará abierta hasta el 17 de febrero de 2019.

El hecho de abordar una exposición sobre Inteligencia Artificial tiene sus riesgos, es un tema demasiado complejo y todavía por desarrollar, a pesar de los años que hace que se empezó a hablar de ello, como para poder ser plenamente expuesto en unos pocos metros cuadrados. Aun así, la exposición tiene para mí tres aspectos interesantes desde el punto de vista divulgativo, porque pretender ir más allá y adentrarse en discusiones científicas o incluso éticas sería ilógico.

En primer lugar, es una gran oportunidad para los amantes de aquella legendaria película, que seguramente todos hemos visto, incluso varias veces y sobre la que hemos discutido muchas veces. Ya fuera sobre el significado de algunas de las escenas tantas veces vistas o sobre las propuestas conceptuales planteadas por Kubrick en las tres partes en las que se dividía la película.

En segundo lugar, es atractiva y muy entretenida la propuesta de elementos reales que muestran de forma tangible lo que es y lo que puede suponer la Inteligencia Artificial. Me refiero a una serie de documentos originales, como el guion de la película, El Ajedrecista, un autómata construido por Leonardo Torres Quevedo, o algunos dibujos de neuronas realizados por Santiago Ramón y Cajal. También se pueden contemplar varios manuscritos originales de Kubrick o el diagrama El árbol de la evolución humana de Ernst Haeckel.

Dentro de este aspecto más vistoso, también se puede participar en tres instalaciones interactivas, un brazo robótico que realiza un retrato en tiempo real basado en IA, un experimento que mide la empatía de dos personas a partir de sus ondas cerebrales medidas a través de unos cascos de electroencefalografía, presentado de forma audiovisual, y la instalación DATA que permite visualizar y extraer datos de nuestro cuerpo.


Por último, en tercer lugar, la exposición se atreve a plantear una seria de preguntas que están en la mente de todos los que han estado en contacto con esta disciplina científica, probablemente el avance tecnológico más importante de este siglo y del futuro más cercano. Ya en su día, y por eso se establecen tantas analogías con la película, Kubrick planteó algunas predicciones que en gran parte se están haciendo realidad, sin ir más lejos las capacidades del superordenador inteligente HAL 9000.

Las preguntas planteadas son del estilo: ¿Qué es la inteligencia artificial (IA)?, ¿Puede pensar una máquina?, ¿Puede ser creativa la IA?, ¿Puede un sistema de IA dominar el lenguaje humano?, ¿Puede un sistema de IA actuar de forma autónoma?, ¿Puede un sistema de IA controlarnos?, ¿Puede la IA cambiar nuestras vidas? ¿Puede la IA tener emociones?...de cada una de ellas se pueden ver paneles informativos a los que merece la pena dedicar unos minutos.

Como he dicho antes, la exposición se desarrolla tres ejes temáticos que se corresponden con los tres capítulos de la película. El primer eje temático es El despertar de la inteligencia, que haciendo referencia a la mítica escena de la película, en la que un homínido utiliza un hueso como herramienta y arma, presenta un esquema evolutivo hacia una mente consciente y creativa.

El segundo eje, En el universo de la Inteligencia Artificial, utiliza al ordenador HAL 9000 y sus capacidades para presentar ejemplos palpables del potencial de las máquinas pensantes en cuanto a la resolución de problemas e incluso sobre la posibilidad de controlar a los humanos. Es donde se presentan algunas de las instalaciones interactivas de las que he hablado antes.

El tercer eje, con el título de El futuro de las inteligencias más allá́ del infinito, está centrado en la situación de las investigaciones actuales sobre Inteligencia Artificial, la posibilidad de una cierta interacción entre los ordenadores y nuestro cerebro, por ejemplo con la instalación que mide las interconexiones de la actividad cerebral de dos personas, y la posibilidad de influir en nuestros pensamientos. Incluso se plantea la posibilidad de pensar en un ser "transhumano".

Para más información se puede entrar en la web de la exposición en la que aparte de reservar visitas guiadas existe información sobre una serie de actividades que se están organizando en paralelo con el tiempo de la exposición.

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