12 dic 2018

El miedo a la libertad

El libro El miedo a la libertad, de Erich Fromm, escrito cuando todavía no había terminado la segunda guerra mundial, analizaba los retos de los hombres y mujeres de aquella época que se enfrentaban a la moderna sociedad industrial. En esta nueva sociedad se plantea la paradójica disyuntiva entre libertad vs. esclavitud, fruto de la liberación de las ataduras de una sociedad tradicional eminentemente protectora. Cambia así el significado de la libertad, se manifiesta el miedo a la libertad. Fromm describe, de una forma totalmente válida en la actualidad, el porqué y el cómo de los intentos de los hombres y mujeres por evitar la libertad.

La tesis del libro, definida en el prefacio, es que: "el hombre moderno, liberado de los lazos de la sociedad preindividualista (lazos que a la vez lo limitaban y le otorgaban seguridad) no ha ganado la libertad en el sentido positivo de la realización de su ser individual, esto es, la expresión de su potencialidad intelectual, emocional y sensitiva. Aun cuando la libertad le ha proporcionado independencia y racionalidad, lo ha aislado y, por lo tanto, lo ha tornado ansioso e impotente. Tal aislamiento le resulta insoportable, y las alternativas que se le ofrecen son, o bien rehuir la responsabilidad de esta libertad, precipitándose en nuevas formas de dependencia y sumisión, o bien progresar hasta la completa realización de la libertad positiva, la cual se funda en la unicidad e individualidad del hombre".

El libro forma parte de un estudio más amplio realizado por Fromm referido a la estructura del carácter del hombre moderno y a los problemas relativos a la interacción de los factores psicológicos y sociológicos. En concreto, en este libro, desarrolla su tesis principal, incluida en el párrafo anterior, haciendo un recorrido por las distintas etapas de la humanidad, analizando la sociedad medieval, el Renacimiento, las reformas luterana y calvinista, sus críticas a las teorías freudianas y sus lamentos por el advenimiento de las ideologías fascista y nazi.

En un capítulo algo repetitivo y largo Fromm analiza el derrumbamiento de la sociedad medieval, caracterizada por la ausencia de libertad individual, que dejó al individuo solo y aislado. Fue libre para obrar y pensar con independencia, de hacerse dueño de sí mismo pero fue privado de la seguridad y del sentimiento de pertenencia, se sintió solo y angustiado.

El Renacimiento, que representa el comienzo del individualismo moderno, fue un movimiento cultural de una clase rica y poderosa en la que las masas no participaron, perdiendo seguridad. Mientras, surgieron el luteranismo y el calvinismo como religiones pertenecientes a la clase media en las que se manifiesta también el dilema de un individuo solo y angustiado, e incluso hostil y resentido, y la exaltación del esfuerzo moral y de la vida virtuosa. La labor de liberación espiritual iniciada por la Reforma fue, para Fromm, continuada por el capitalismo pero desde el punto de vista mental, social y político, aunque con el mismo efecto, el individuo llegó a sentirse más solo y aislado.

En el libro aparecen alusiones a pensadores que describieron este sentimiento de aislamiento individual y de impotencia, como Kierkegaard, Nietzsche o Kafka, así como sus diferencias con los conceptos freudianos clásicos, aun reconociendo sus aportaciones respecto al descubrimiento de la irracionalidad y el inconsciente de la naturaleza humana. En contra del concepto de Freud de una naturaleza humana biológicamente invariable, Fromm aporta el factor diferenciador de la dinámica del cambio social, es decir la evolución histórica, cultural y social.

Y ¿cuáles son los mecanismos de evasión del individuo aislado e impotente?, se pregunta Fromm pensando en aquella época. Define tres: el autoritarismo (donde se extiende en demasía sobre el masoquismo y el sadismo), la destructividad y la conformidad automática. Los tres le sirven para explicar la psicología del nazismo y la democracia moderna.

Para mí el capítulo más interesante y totalmente trasladable a la actualidad es el último dedicado a "Libertad y democracia". Para Fromm uno de los principales problemas de la sociedad moderna es la adaptación frente a los cambios estructurales. Afirma que la democracia solo podrá progresar si se acrecienta la libertad, la iniciativa y la espontaneidad del individuo, y  que se restituya al individuo la posibilidad de ejercer una actividad genuina, es decir, el desarrollo pleno del individuo. La salvación para Fromm viene cuando la humanidad transite de la libertad negativa a la positiva.

Para no alargar más este post, termino con un contundente párrafo en el que Fromm explica el proceso de adaptación dinámica:

"La naturaleza humana no es ni la suma total de impulsos innatos fijados por la biología, ni tampoco la sombra sin vida de formas culturales a las cuales se adapta de una manera uniforme y fácil; es el producto de la evolución humana, pero posee también ciertos mecanismos y leyes que le son inherentes. Hay ciertos factores en la naturaleza del hombre que aparecen fijos e inmutables: la necesidad de satisfacer los impulsos biológicos y la necesidad de evitar el aislamiento y la soledad moral. Hemos visto que el individuo debe aceptar el modo de vida arraigado en el sistema de producción y de distribución propio de cada sociedad determinada. En el proceso de la adaptación dinámica a la cultura se desarrolla un cierto número de impulsos poderosos que motivan las acciones y los sentimientos del individuo. Este puede tener o no conciencia de tales impulsos, pero, en todos los casos, ellos son enérgicos y exigen ser satisfechos una vez que se han desarrollado. Se transforman así en las fuerzas poderosas que a su vez contribuyen de una manera efectiva forjar el proceso social".

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Datos personales

Vistas de página en total