No se trata de divinizar a nadie pero tengo muy claro que si hubieran existido unos cuantos Steve Jobs el mundo sería otro. ¿Cuál es la principal razón para pensar esto?, es sencillo, es por su capacidad de innovar, su creatividad, por su amor a lo que estaba creando, por su lucha y por su capacidad de comunicación, de todo ello hemos hablado aquí así que no hay más que bucear un poco en el blog para encontrar la razón de este pequeño homenaje.
Más allá de su brillantez o de sus logros tecnológicos, de él se han dicho muchos adjetivos, seguramente exagerados, demasiado hagiográficos o claramente negativos (enigmático, manipulador, reservado, autoritario, insolidario, maniático... pero también visionario, genio, humilde, carismático, sencillo....), quiero detenerme en su discurso quizás más famoso porque del resto hay suficiente información estos días en todos los medios.
Vaya por delante que nunca he usado un Mac, ni un iPhone, son aparatos demasiado exclusivos, en el sentido de que trabajan con software propietario poco compatible con otras tecnologías, eso me produce cierto rechazo, seguramente estaré equivocado pero tengo cierta manía a estos productos de Apple. Únicamente he utilizado el iPod por su atractivo casi irresistible para alguien que ama la música, si bien el iPod también es muy puñetero en eso de utilizar software exclusivo. A pesar de ello no se puede dejar de reconocer los méritos de esta persona.
Sin terminar una carrera, expulsado de su propia empresa, a la que volvió después de 12 años de destierro por la puerta grande, niño adoptado casi por casualidad, militante anti-corbata siempre con zapatillas, con vaqueros...y su cuello característico. Bueno, lo dicho, me gustaría resaltar cuatro párrafos de su discurso del 12 de junio de 2005 en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford. Por cierto que se puede ver con subtítulos en YouTube.
En el discurso cuenta tres historias relativas a: "Conectar los puntos", "El amor y la pérdida" y "La muerte". De la primera, relacionada con dar coherencia a nuestro pasado, extraigo lo siguiente:
"No puedes conectar los puntos mirando hacia adelante; solo puedes hacerlo hacia atrás. Por lo tanto, tenéis que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en el futuro. Tenéis que confiar en algo: vuestro instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán te dará la fuerza para confiar en tu corazón. Esta forma de actuar nunca me ha dejado tirado y ha marcado la diferencia en mi vida."
De la segunda historia, del amor y la pérdida:
"Estoy convencido de que lo único que me permitió seguir fue mi amor por lo que hacía. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. El trabajo va a llenar gran parte de vuestra vida y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer aquello que consideréis un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacéis. Si todavía no lo habéis encontrado, seguir buscando. No os conforméis."
De la tercera historia, sobre la muerte:
"Vuestro tiempo es limitado, así que no lo perdáis viviendo la vida de otro. No os dejéis atrapar por el dogma que es vivir con los resultados del pensamiento de otros. No permitáis que el ruido de las opiniones de los demás silencie vuestra voz interior. Y lo más importante, tened el valor de seguir a vuestro corazón e intuición. De alguna manera ellos ya saben lo que tú realmente quieres llegar a ser. Todo lo demás es secundario."
Por último, como despedida en su discurso, mencionaba una frase de una publicación de los años 60 del siglo XX denominada The Whole Earth Catalog. En el último número la revista incluía en la contraportada una fotografía de una carretera rural con el siguiente pie: "stay hungry, stay foolish". Esto es lo que deseó a los estudiantes que se graduaban aquel día: Permanecer hambrientos, permanecer alocados o imprudentes.
QUÉ GRAN PERSONALIDAD!!!
Este es el texto que aparece estos días en la web de Apple:
