Así lo pone de manifiesto el informe anual que hoy mismo se ha publicado en la página web específica del World Happiness Report (descargar documento en: http://worldhappiness.report/ed/2017/). Está basado en una encuesta realizada en 155 países. El informe, el quinto que se publica, además de las clasificaciones incluye este año un análisis de la felicidad en el lugar de trabajo y una mirada más profunda a China y África.
Algunos puntos estadísticos destacados son los siguientes. Noruega encabeza la clasificación global de felicidad para 2017, ha saltado del cuarto lugar que ocupaba en 2016 al primer lugar. Le siguen Dinamarca, Islandia y Suiza, los cuatro muy igualados. Por detrás aparecen Finlandia, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda y Australia y Suecia, empatados para la novena posición. España ha pasado del lugar 37 al 34, una pequeña mejoría.
El caso de Noruega es paradigmático porque, como se señala en el informe, a veces se dice que debe su estado de felicidad a su petróleo. Pero en una época de precios bajos del petróleo, al contrario de otros países que lo están pasando mal, este país ha sabido realizar una explotación responsable del petróleo e invertir los ingresos para el futuro en lugar de gastarlos en el presente con lo que Noruega se ha aislado de las variaciones cíclicas de la economía. Esta es una de las interesantes conclusiones del Informe.
Otro tema interesante del Informe es que dedica un capítulo específico a resaltar que la felicidad es tanto social como personal. Por su interés y por la necesidad de analizarlo con más tiempo, en un post próximo hablaré de este tema y del análisis de la felicidad en el trabajo.
De momento dediquémonos a pasar un buen día. Nadie va a cambiar el mundo en un día pero nos corresponde a nosotros poner un granito de arena más para hacer de este mundo un lugar más habitable y feliz, no solo individualmente sino, sobre todo, colectivamente, la felicidad es más que una meta una actitud.
Feliz día.