Una nueva e interesante teoría que me ha llamado la atención es la de la autocompasión (ver artículo del New York Times de Tara Parker-Pope que publicó el diario EL PAÍS el 17 de marzo). Una de sus primeras promotoras es Kristin Neff, profesora asociada de Human Development and Culture en la Universidad de Texas, Austin.
Según la teoría, aceptar nuestras imperfecciones puede ser el mejor paso para una salud mejor. Y un resultado importante es que las personas que obtienen mayores puntuaciones en los test de autocompasión son más felices, más optimistas y a la vez sufren menos depresiones y ansiedades. Pero tiene que quedar claro que NO DEBE CONFUNDIRSE CON LA AUTOCOMPLACENCIA, LA AUTOINDULGENCIA O LLEVAR A LA REDUCCIÓN DE EXPECTATIVAS.
En definitiva, se trata de saber si uno se trata a sí mismo de igual forma que a los demás. Y normalmente los que más prestan apoyo y son comprensivos con otros no lo son con ellos mismos.
En la página web de la autocompasión (http://www.self-compassion.org/) hay bastante información sobre esta teoría e incluso hay un test con 26 definiciones para determinar para determinar la frecuencia con la que las personas son amables con ellas mismas (HACER EL TEST).
En la teoría hay tres elementos fundamentales: Self-kindness (auto-amabilidad, ser comprensivo con nosotros mismos cuando sufrimos o nos equivocamos, no ser demasiado autocríticos), Common humanity (la mejor definición de ser humano significa que uno es mortal, vulnerable e imperfecto) y Mindfulness (buscar un equilibrio en nuestras emociones negativas para que no sean exageradas ni reprimidas).
Para terminar una cita de Neff:
“Self-compassion is really conducive to motivation. The reason you don’t let your children eat five big tubs of ice cream is because you care about them. With self-compassion, if you care about yourself, you do what’s healthy for you rather than what’s harmful to you.”
Próximamente publicará un libro: Self-Compassion: Stop Beating Yourself Up and Leave Insecurity Behind.